Eslizón
Dracónido
No hay hombre vivo, no importa su fuerza ni su habilidad, que pueda detener un golpe de la cola de un eslizón, de las tenazas de un escorpión gigante o de las garras de un grifo.
Dracónido
No hay hombre vivo, no importa su fuerza ni su habilidad, que pueda detener un golpe de la cola de un eslizón, de las tenazas de un escorpión gigante o de las garras de un grifo.